Revolución sin tinta...
Vinieron rompieron todo se llevaron la memoria, nadie hizo nada. Su voz fue nuestra voz no hablaba la conciencia; fueron ellos vestidos de soberbia, tomaron nuestras palabras se la tiraron a las bestias de tinta, para fabricar un sueño carmesí. Me pregunté qué hice que pude haber hecho, lloraba por dentro pero no se notaba afuera. Hay una revolución que no estalla, duerme en los cuentos épicos custodiados en el corazón de piedra del rey. Mientras no rompas el molde la tinta seguirá corriendo por tus venas, si sigues durmiendo no podrás ver como brillan las estrellas.