Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2017

Ella...

La hecatombe mas certera, el puñal mas oxidado, ni el viento mas optimista ha conquistado su espacio. Baila sin preocupaciones octava maravilla de la realidad, cada punto en su discurso tiene sentido aunque no le preocupa agradar a la multitud. Estandarte del despojo. No le interesa ser para mostrar, rompe las cadenas del silencio, siempre lista para el último viaje del día. Aluza a uno mismo, bambolea su ilusión sin ambición; ella sin querer teje puentes en las nubes, ella es la utopía enviada por el horizonte.

Respira...

Respira, deja que la mañana sacuda tus miedos para ir curtido a la acera y compadrear la mañana. Las estrellas dejaron una premisa, "el mundo es para los valientes". El polvo te hizo utopía, merece la llave que abre el horizonte. La perorata de la circunstancia oculta lo importante. Encontrarse a uno mismo, el el valor mas grande de todos. No hay futuro sin pasado, no hay presente sin amor propio. Mira cada rostro de la pintura, dibuja una sonrisa, aunque solo haya infiernos para tí.

Aprender del silencio.

Curar con susurros imperceptibles la herida del último viaje del día,  dormir a la bestia entre suspiros de una boca reseca. La piedra rueda por la calle sin alboroto, una hora de gemidos imperceptible a la chusma a sabiendas,  de que la primera vez nunca será superada. Caminar, dejar huellas,  sonreír, revivir en cada mirada. No ser indiferentes, impávidos ante la magia, aprender del silencio como aquella flor, la mas hermosa de todas.

Viejo barrio...

Viejo barrio la esperanza. Suelo de tréboles, luna de plata, aureola del humo pérfido en la madrugada. Ojos extasiados, rincones benditos por el eco del ayer el oro nunca puede traerte un puñado de amigos, el primer desengaño es el que duele mas. Bares sin filosofía, faroles precediendo mitologías, los niños del pasado conservan sus miedos, esperan el primer beso para respirar en el presente. Corazones palpitando en manecillas,  palabras enmascaradas de verdad. Nunca vi a los recuerdos trompearse con el presente, ni al amor dormir en la calle, cansado de pedir un lugar.

Punto de partida...

Consumidos por el aire de una silueta falaz, por qué perpetuarse en el espejo? El jardín tiene un perfume seductor y las mariposas ven como las hojas van de la mano. Las nubes miran al cielo, la tierra emboba a los peregrinos con las majestuosas estrellas. Los pecadores consuelan a los puros en el  interminable zaguán de lo imposible. La tinta corre por las venas, abraza la inmensidad con una boca rebosante de colores. El mundo, nunca puede ser el relicario del horizonte. Qué te domine la imaginación, lo abstracto tiene su encanto. Los sueños nunca terminan en la nada, por que la nada siempre será el punto de partida.

Siempre puede...

Era de esperarse, el mar prevaleció en su picardía  trajo consigo un sin fin de historias para predicar en la roca. No hay que definir por que los límites aburren, pero, para  aplacar el humor de los aburridos esos cuentos despertaban a la flor mas hermosa. La costa bañada de voces, las voces perdidas en su zoncera, y ese apelmazado acorde en do inventando excusas para no agotarse. ...Y en ese encandilado amanecer, en el que las nubes humedecen los labios el hombre al fin supo que el hombre siempre puede...

Zarpó

Zarpó a la mar, a la búsqueda de si mismo, a conquistar sus miedos, a vencer la tormenta. Sin capitán, sin hombres. El horizonte era su único testigo, el misterio florece en el mar. Era una tarde disfrazada, huntada en rayos pedantes . bañada en vientos huracanados. La luna espiaba celosa. Zarpó a la mar, a conquistar sus miedos; para eso tuvo que liberar su paraíso interno y ahogar sus miserias como ofrenda al anochecer.

En busca...

Cierran su silueta las flores ante el camino que el viento borró, solo quedan las semillas debajo del farol en una noche que jamás volvió. Si fuera por por el último paso, los dientes no se cansarían de rechinar, Enfilarían sus deseos de rumiar un deseo, o una canción de amor. En la ciudad que parece un planeta alejado, el viento intenta respirar al costado de un obtuso carril, no hay señales para las venas no hay un refugio para dormir. ...Y en ese rumiante desatino embriagador, una caricia despista a la sombra, el ave fénix vuela ante sus ojos en busca de un nuevo amanecer.,,