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Mostrando entradas de diciembre, 2017

Humanidad...

Dejó la resaca a un lado, esperanza de un día mejor. Sin pinceles, pintó en cada rostro un arcoirís. En cada ser humano hay una guerra innecesaria, la decadencia se queda el amor viaja, el hombre siempre va una estación atrás. Vivir en la tristeza lleva al destino, un cristal refleja la carne pero no la locura. Los caprichos del azar no pueden frenar el persistente baile del hombre en la punta de la luna. Ir a dormir, escuchar los persistes latidos de un bar en la cabeza. El interior grita, mientras que la humanidad susurra su decadencia.

Hombre Viejo- Hombre Nuevo.

A tu oscuridad le sobran versos, pero le falta una escalera para dibujar las primeras nubes del paisaje. Hay un mantel desde la boca del olvido a tu boca. La soledad nunca se cansa de poner cascotes en el camino, no hay arcoiris sin lluvia, aunque en la cuz los nudos tengan sabor putrefacto. Desgasta el ruido infernal, hay un eco que suena tan cerca que no sirve dar la vuelta al universo. Todo empieza dando giros sobre uno mismo. El hombre viejo silba de lejos una maldición odia en lo que se ha convertido, nunca podrá vengar su derrota el hombre nuevo es mas cruel. ( y eso en el fondo, le gusta.)

Dispuesto

No quiero gritar, ni dibujar nubes con mi boca, ni balancearme entre dos mundos, tampoco quiero el aplauso de la muchedumbre. No quiero llorar, ni dejarle suspiros al viento, no voy a dejarle al mundo los recuerdos, ni  permitirle al sol que seque mis lágrimas. El todo es más de lo mismo, viene detrás de una nube, escupe y se va. Miente, miente y se va. No voy a dejarle al dolor mis ganas, ni a la moda mi mejor vestido. Iré a donde me lleve la vida, con un corazón dispuesto al sacrificio.

Sin título

Hay lágrimas que dicen adiós mezclándose con la primera sonrisa de la mañana, todo junto bajo tus pies y el coro de nubes que va alejándose lentamente. La primavera entrega al verano una bendición sutil, el primer ladrido del perro despierta los sentidos, el segundo al cuerpo; el alma empieza a caminar descalza hasta que se da cuenta que navega desnuda. No le importa, ella dejó ir lo que de verdad no importaba. Borró todas las escaleras de su mente, se vistió de utopía, empezó a volar con el corazón, ahora sí será para siempre, aunque el puño etéreo de la jornada siga rasguñando la vida con sus pavadas.

Todo nace en mi.

El sol viene a dormir en el pecho,  la nostalgia pide agua, descalza,  dejó atrás sus zapatos gastados. Y yo que me pierdo para encontrarme, junto piedras y al final son recuerdos. Con las lágrimas que quedan borro los pétalos de la angustia. Abro la ventana.  Un arcoiris,  parpadeo, mi fe pinta colores en la nieve. Cerrar los ojos, viajar cien millones de kilómetros por ahí vuelo sin alas, sonrío ante la nada, todo nace en mí.

En silencio

Que el cielo se cansa de escupir, su soledad y su fracaso, su terquedad en un vestido para mentir su falta de cadencia a la hora de amar. En el cristal que siempre lo bendijo están escritas las ilusiones del ayer, nunca pedirá perdón si a cada paso deja un pétalo gris en el arco. Cada  lápiz con su tinta, pero en el abanico del viento vienen letras para armar frases, poemas para celebrar que la noche sofoca el viaje. Héroe, es el que carga en silencio su propia mochila y sonríe en sillencio, cuando va camino a la peor de las tormentas.