Humanidad...
Dejó la resaca a un lado, esperanza de un día mejor. Sin pinceles, pintó en cada rostro un arcoirís. En cada ser humano hay una guerra innecesaria, la decadencia se queda el amor viaja, el hombre siempre va una estación atrás. Vivir en la tristeza lleva al destino, un cristal refleja la carne pero no la locura. Los caprichos del azar no pueden frenar el persistente baile del hombre en la punta de la luna. Ir a dormir, escuchar los persistes latidos de un bar en la cabeza. El interior grita, mientras que la humanidad susurra su decadencia.