Por obra y gracia...
Por obra y gracia del deseo, concebida para dar vueltas en la cabeza llegó una vez, prometió quedarse para siempre. Nació en el interior creció sin pausa en las paredes del alma, algunas veces escribía frases esas que nunca se entienden cuando se detienen a mirarlas. Justo cuando el verso empezaba a desnudarla, justo cuando la poesía llegaba abrigarla se fue sin decir nada, dejó una boca seca, llena de promesas. Es absurdo, el mundo gira a los tumbos a pesar de todo, solo queda caminar, desempolvar las rodillas después de la caída. Sabes, en el fondo fabricamos una anestesia para aplacar dolores. El amor sorprende una vez, cuando vuelve, lo esperamos acostumbrado en la sombra de la herida de un corazón, dispuesto a latir por tí.