Qué boca devora al viento...
Qué boca devora al viento, eco sinuoso marcando al alma mece el silencio al compás de la lluvia, mientras las venas escarban en la inmensa nostalgia. Murió el pasado cuando se atrevió a volar la madrugada arropado en un escenario de espinas, después de ser violado por los pétalos de una rosa. Huye la memoria a su muerte anhelada, la desesperación ensordece a la mansedumbre con sus máximas, el viajero se olvidó su principal escudo. Sigue el camino del polvo que no volverá a ser polvo hasta el mar sueña con ser una estrella fugaz algún día, quizás en la esencia misma de la nada puedas descubrir la alegría de haber vivido tu propia vida.