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Mostrando entradas de abril, 2022

Nada es mejor a veces ...

 Aún siento su voz  sobrevolando cada una de las cicatrices. Lloro en soledad,  le dejo todos los días al mundo una sonrisa. En la pared baila tu silueta  y la punta de tu pelo llega atrapar la primer lágrima. Respiro suavemente,  nada es mejor a algo a veces. Hay un silencio ensordecedor después de cada jornada en casa. Bebo cada noche tus promesas,  ambos sabemos que nunca fui bueno para ti. Mientras el frío pinta las estrellas,  ya dejamos de mirarnos a la cara con la soledad. Podríamos mentirnos,  no sabemos hasta cuando,  el consuelo es encontrarte de vez en cuando y ver qué eres felíz. Soy yo el que no aprendió a sufrir.

Si viviera pendiente del qué dirán.

 Si viviera pendiente del qué dirán, no podría ver la luz del sol,  o quizás debería pedir permiso para contar las estrellas,  aunque nunca llego a la cifra exacta. Si viviera pendiente del qué dirán, debería preguntar cómo vestirme  que vino tomar, que libros leer,  o cual idea tomar  de esas miles que andan por el aire. Si viviera pendiente del qué dirán,  me encerraría cada vez que se ríen de mí, cada vez que montan un espectáculo  desde la maquiavélica visión de creer saberlo todo,  de ser dueño del todo  cuando son un grano de la nada. Si viviera pendiente del qué dirán, esas bocas serían mí boca,  mis venas serían sus venas,  mis sueños serían sepultados por sus deseos. Si viviera pendiente del qué dirán, No podría caminar, no podría volar, dejo que digan y hablen cualquier cosa,  que etiqueten mis palabras, mí trabajo, aunque tenga mucha sed se de dónde no debo beber agua.

Hoja de la primavera.

Tengo una hoja  que aplaude sin miedo,  una rama como espada por si vuelven los molinos de viento. A mis amigos se le cae la piel, pero sus huesos empuñan la espada, esa que forjaron sin sed al costado del río que baja del cielo. Chaleco como alma,  vienen las heridas una a una; promesas al costado de un fuego cobijadas por árboles en una noche helada. No son los tambores, son corazones que buscan parir sus deseos, se escuchan, a lo lejos. A lo lejos también alguien canta. La última hoja de la primavera escribe su canción aunque quizás, nadie llegue a escucharla.

Al principio.

La ventana dibujo un cielo celeste, en ese pulso que la mañana tiene en sus primeras horas. Luego, sin esperar,  bordó a un costado una montaña, al otro el mar. Más acá un árbol, rodeado de margaritas. Hasta dibujo una paloma, vuela hacia sol para besarlo con su sombra. Pegado al vidrio puso tus ojos, fue así como por primera vez, el infinito estuvo al principio.

Ninguna parte.

En los escalones del alma no existen parnasos  para un corazón gris,  las moscas dan demasiadas vueltas. Un pétalo para el mundo y el mundo deja una esquirla  en la puerta del presente. Las nubes son monedas del infinito. Ríos que sueñan con ser mares, pero son solo gotas. Ángeles agotados,  dispuestos a herir por unas monedas. Hay cruces de terciopelo en el camino,  una cuenta sin pagar del olvido. Cuánta maldad hay en este guión los cristales rotos se unen para mostrar un camino que no va a ninguna parte.

Vestido.

Gotas de vela  al final de la música, murmuros de cristal  en cada una de las notas. Se desvanecen las torres de grises, los blancos montes nacen ante los ojos,  un mundo pardo que extraña el carmesí. Los alacranes pintan los arcoiris, minutos antes de despegar el atardecer. Las flores se pudren, será perfume lo que hoy es cicatriz. Tocan la puerta,  a la mil quizás atenderé. La última vez que brindé a tu ausencia,  fue la locura que terminó sacándose el vestido.

Grano...

 Era el viento rebelde, la hoja amarillenta  que más alto llegó,  algunos dicen que beso la luna. Era el grito más sagrado de todos, el tambor que más fuerte latía, la manecilla más insolente  con ese insoportable del tiempo. Era lluvia,  se atrevía a sepultar las lágrimas  del bar en el que una vez  pudimos darnos un beso. Pero ese soplo que hizo temblar los cimientos, hoy no es más que arena que se escapa entre los dedos,  me pierdo en la locura, no se en qué grano estará tu nombre.