Sos felicidad...
Me escapé del tiempo, de las absurdas manecillas. Sin darme cuenta sonreí, al mismo tiempo que explotaban las rosas. Corrí tan rápido, sobre mis hombros vi que mi sombra no me seguía. La libertad llega cuando el espíritu lleva al cuerpo y no al revés. Hay lágrimas liberadoras, Anestesia general para el ruido de la urbe. Si crees que el viento puede abrazarte, empieza a sonreír. Se oxidan los misterios, aunque en voz baja profesan una dualidad cincundante. Sos felicidad, no insistas en ir a buscarla a cualquier parte.