Es sábado...
Es sábado la ciudad se viste de sol cada ser en la calle tiene su propia función, no hay un griterío ni un estado infernal parece que todos renunciaron a su afán antes del bravo final. Explota el silencio que aturde la conciencia, castiga con rigor y no hay nada que hacer la noche vendrá, ocultará las heridas no importa de donde vengan. Es sábado el bronce se oxida en la puerta que nunca nos quisieron abrir, el presente se aferra a los huesos de lo que una vez fue la vida, el sol late con más fuerza aún cuando los fantasmas quieren escapar a otra latitud. El silencio reina en la mañana, murió la desesperación del poeta nació la desolación en la prosa, no hay poesía en la acera hay silencio ni siquiera quedaron las lágrimas.