Nacimos para morir viviendo...
Nacimos para morir viviendo, aún así, nuestro amor es casi un axioma para el olvido. Luchar, contra la vanidad, el prejuicio, contra el tiempo... No me olvido de ser yo para ser nosotros. Algún día, la mañana nos encontrará abrazados, el atardecer tomados de la mano, el anochecer sentirá vergüenza de mirarnos. Soñador de ensayos que la mente nunca escribirá pero al mismo tiempo, prosa cansada y persistente trazada en el suspiro de la nieve. Qué hice para amarte tanto, por que no quiero hacer nada para amarte menos... Concierto de lágrimas en plena tarde, el lamento será corrompido por la rutina rostros bosquejados por la desventura de una existencia macabra. Ansío latir en tu corazón como lo hace el tuyo en el mío, por que el amor me vuelve caprichoso y el dolor infinito? En la cara de quién debo protestar tu ausencia, cansa espantar fantasmas en tu nombre pero una quimera por lo bajo me trae tu voz diciéndome: &