Abril.
Detrás de la puerta está abril, marzo fue un interminable zaguán, una conquista tras otra, con heridas. Toda conquista deja heridas. Se escucha la respiración, tranquilo, sus latidos acarician, al menos al principio. Detrás de la puerta está abril, aunque por debajo de la puerta se entrometen las amarillentas hojas del destino, algo quieren decir o de alguien quieren escapar. Bienvenido, solo te pido que no toques tan fuerte la puerta.