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Mostrando entradas de febrero, 2020

Frazada

De frazada unas nubes, de linterna las estrellas, como canción un silbido del viento, a los sueños los custodia la naturaleza. En el día suspira, reniega de la sociedad macabra, hace intentos por redimirla, su lucha  es entre soledad de soledades. Ríe cuando quiere y cuando puede, llora. Es tan bastardo el equilibrio, como el soneto de una ecuanimidad  incolora. En el espacio esporádico que se toma la vida, algunos creen que el triunfo es sepultar lo que deberíamos dejar florecer todos los días.

Cenizas

Vale el amor antes que el orgullo, la pasión antes que la rutina la revolución al letargo, tus besos a las caricias del mundo. Vale el otro antes que el egoísmo, el barro con el que tus manos dibujan la vida, el llanto que lava y no quita. Pasa la vida. Tu mirada está intacta, como la primera vez en la que el viento traía a todos la intriga. El camino, el final ya todos lo saben, después de un instante al costado de tu eternidad, poco importa si vuelvo a ser ceniza.

En cada esquina...

..."Y en cada esquina está la muerte, la vida, el odio  el amor. Cada uno quiere darnos un beso, una caricia. Cada uno quiere cantarnos una canción. A veces confunden, carraspean su desesperación. Pero todos están en cada esquina, bordeados por la luna o el sol. El único que ríe en todo esto es el tiempo, es el único que sabe que todo vive en vos..."

Me gusta...

Me gusta el arroz con leche, un vaso de whisky los viernes a la noche, los caramelos de hora, el silencio de la siesta tímidamente interrumpido por los ruidos de la civilización. Me gusta ver como duermen los perros, a los chicos jugar, al amor dormir en su merecido descanso. Me gusta ver un cielo estrellado, escuchar el sonido de la lluvia, sobre todo cuando golpea los techos. Me gusta salir a correr al alba, sentir la brisa, dejar que una lágrima recorra el rostro hasta morir en el suelo. Me gusta tomar mate en la más absoluta de todas las soledades, sentir el alivio al cuerpo después de un buen baño. Me gusta escuchar una y mil veces la misma canción y que me haga llorar como la primera vez que la escuché. Me gusta hablar solo, sonreír de la nada, saludar, aún a desconocidos. Me gusta hablar con los perros de la calle, acariciarlos. Confieso que me gusta hacerlo más que con algunos seres humanos. Me gusta que me gusten todas estas cosas, el ser humano si qui