Lugares.
Un cielo encantador en un concierto de espinas. Ahí están las cruces y sus ángeles en su juego. Entre balcones o aceras añejas bañadas de remotos recuerdos, llega venus con su eco. Quién dibujó semejante montaña, ni siquiera los astros llegan a su remate. Veinticinco pétalos separan a la flor del destiempo. El viento trae un respiro. La novedad no tiene nada que contar. Alguien corre a su sombra, hay lugares donde la nostalgia no puede entrar.