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Mostrando entradas de abril, 2019

Lugares.

Un cielo encantador en un concierto de espinas. Ahí están las cruces y sus ángeles en su juego. Entre balcones o aceras añejas  bañadas de remotos recuerdos, llega venus con su eco. Quién dibujó semejante montaña, ni siquiera los astros llegan a su remate. Veinticinco pétalos separan a la flor del destiempo. El viento trae un respiro. La novedad no tiene nada que contar. Alguien corre a su sombra, hay lugares donde la nostalgia no puede entrar.

Pétalos y Navajas.

Tanto mar, tu mirada sigue en la orilla. Demasiada incertidumbre habita en el horizonte como para vivir abrazado a la evidencia. Sé que navego entre dos nadas. Entre dos misterios. Entre dos palabras. Entre dos ecos. El otoño entre sus hojas, tiene un destiempo para tentar al tiempo, ahí, en ese bostezo, antes de salir el sol. Bailan alrededor, a veces como pétalos otras como navaja. Qué es la vida? la ofrenda del hombre a la utopía para tentarla.

Mas allá de su sombra...

Nadie puede pisar más allá de su sombra, ni la luz oculta el laberinto por el que transita. La maquiavélica cerrazón de abril explota en la ventana, ahorren la súplica el cuervo no pide permiso cuando de carne se trata. Pasos oxidados de soldados sin batallas, La fe del ángel, irritada choca contra los cristales perdidos,  así  los ejércitos de nadies se ahogan en un oasis de mentiras. El pasado es conquistado como tantas veces es el presente, nadie se atreve a nombrarlo, pero el futuro canta de ratos sin que nadie adivine todavía su melodía. Quizás sea su alimento el olvido,   por que cada vez que llega, la locura se va por un rumbo que nunca soñó.

Los que callaron su verdad...

No dejaron ni los puntos, ni las comas. Se tragaron los puntos suspensivos, borraron del mapa los signos de pregunta y exclamación. Las oraciones son eslabones de una cadena llena de sangre, parece no oxidarse nunca. Lo que nació como un capricho en una burbuja, impregna las calles, reemplaza la tinta, seduce al tiempo, acusándolo de acunar las estrellas con la misma canción que duerme al sol. Felices los que callaron su verdad, han dejado que la mentira cometa su venganza.

La hormiga...

Parir todos los días una utopía, aunque cueste aunque no les guste, aunque creamos  que va a cocinarse si va por la sombra. Bailar desnudo aún, con las espinas que vienen del cielo. La soberbia hace su trabajo, no duerme, no descansa, sonríe el hombre le ha dado la libertad  de meterse en cualquier fachada. Así todo la hormiga sigue su camino, Construyendo la revolución. aunque todos piensen que sea perezosa. 

Vaivén...

Las heridas no cierran,  el camino no tiene un final, los puntos suspensivos son las vísperas  de una historia desconocida. El fantasma siempre estará ahí, debajo de la cama, en los sueños  saldrá a dibujarle espadas a los miedos. La nada dura para siempre. El amor es aliado pero también se disfraza de enemigo. La verdad es perfecta,  nunca muestra un rumbo. En ese medio, vaivén existencial, la alternativa del ser humano es no ceder ante ciertos apetitos.

-CUENTO DEL SUBESTIMADOR

Un día, al subestimador, le dieron el poder y no espero demasiado tiempo para salir a subestimar. Subestimó a uno, a dos a tres. Fue por todos lados subestimando a la gente, hasta que viendo que los había subestimado a todos, empezó a subestimarse él. El tiempo pasó y empezó a sentirse triste, solitario... Lloraba en cada esquina, más de la cuenta. Empezó a reconocer que había subestimado a la gente y lo hizo con el también. Miró al cielo y preguntó: "- Por que me quedé solo"- "Nunca me escuchaste, siempre te lo dije, la subestimación es el primer paso a la decadencia.",le respondió la humildad y se fue para siempre!

Quién derribó tu océano?

Discursos vacíos, atardecer que se va sin esperar. Melancolía en el descanso de una estrella naciente, hay voces que le roban las manecillas al tiempo. Latidos de mármol, hay vidas que le quitan el silencio hasta los sepulcros. Nadie lo nota, habitaba un océano donde hoy la sed manda. Un fantasma en la entrada. La oscuridad, la luz de una vela viven en la mente. Qué grito desesperado resucitará los que esperan una segunda oportunidad. Soy todas las lágrimas que escondí, los silencios perdidos. Soy una hormiga más de la legión, quisiera que la utopía me inunde de una vez por todas y para siempre.

Tapa-Contratapa...

Volar,  caminar, andar en bicicleta, en colectivo. Descalzo o de zapatillas, zapatos, ojotas,  alpargatas. Leer un libro, una revista, el chiste de la contratapa, o el de tapa. Ver las mismas caras de siempre, soñando encontrar una distinta. Sentir que cada esquina  es un tango desesperado de la utopía, una hoja que el aliento le gana a la realidad. Ninguna huella se transita por momentos sin pena, vale la pena cada centímetro de esta historia por que un viaje de ida es mejor que ningún viaje.