Luces y Sombras.

Entre vos y el te amo hay un océano, una botella que navega  con una frase, una frase que busca libertad en la marea. Somos tan distintos que nos parecemos, me encierro con temor a encontrarte, te encuentro a pesar de no salir a la calle. Nunca quise que seas mía, sueño con que seamos los dos, dos para silbar mas fuerte que el viento, dos para caminar de la mano  en una silueta llena de espinas. No hay punto de partida, todo vuelve a la primera vez pasan los años en los recuerdos, hasta llegar al oscuro sonido de una lágrima en el mar. Animal de costumbre, cansa dejar señales para que la devore la rutina, vivo preso de una ilusión desmedida he comprobado que el tiempo no cura nada solo sirve para agrandar la herida.

El límite no existe, existen lo que limitan al límite los que le ponen porcentaje, los que frenan al  corazón cuando puede ir mas allá. Desde el principio el cuento le decía al hombre hasta dónde ir, nunca quiso el rey  que su vasallo pueda perderse en bosque. Alguien le puso una pared, lo inyectó con olvido, le puso como nombre miedo. Luego del miedo vino el silencio, el hombre sabe donde empieza, también donde termina; nos conformamos con un principio, un final, nuestra cabeza puede ir mas lejos que la carne. No.  No creo en el límite, es una palabra para decirnos basta, hasta aquí llegaste,  yo quiero ir mas allá siempre y para eso entiendo que el hombre tiene como armas la música y las letras.

Nos enseñaron a ser débiles por mas fuerza que pudiéramos hacer, nos educaron con una espada sobre la cien ocultando la tiza. Pretendieron que seamos sumisos, y lo lograron; nadie hace nada a menos  que pueda recibir algo, ninguno se desprende del resultado somos el ave fénix que nunca aprenderá amar sus cenizas. Nos dijeron que fuéramos al norte,  allá vamos, borramos de la memoria los otros puntos cardinales, por eso de caminar sin saber en que lugar hace falta dejar una huella. El mundo postmoderno nos inventó una red llena de grietas, nos levantamos tristes por que olvidamos en las sábanas nuestras risas. Nos enseñaron bien, nunca entendimos el juego, seguimos creyendo en los demás en vez de empezar a creer en uno mismo.

Uno transita la ciudad a la espera de una utopía, quisiera que venga  como una mujer, desnuda  con la boca abierta, sacrificaría mi sueño por un beso. Es difícil encontrarla, se esconde en la neblina en el cemento que tiene  mas historias que la historia para contar. Te espero  con el alma de un niño, con la desesperación de buscar en cada gota un suspiro para llegar al atardecer. Tantas pisadas tiene la calle, mi pasos se los llevó el viento sin saber por qué. Quizás la utopía se cansó de venir, quizás siga dando vueltas aunque no la pueda ver.

Tanto dolor que la mañana se volvió rutina, la tarde se pierde en el humo del cigarro,  la noche se vuelve un camino de ausencias que nos cierra el paso. El corazón explota sin explotar, todas las letras hablan de vos, todas las ventanas tienen tu cara mientras voy llegando, un silbido del pasado viene por lo bajo. Quien pudiera volver  al tiempo en el que el dolor no era siquiera una huella, un sueño podría espantar  tanta tristeza de mis labios, pero los ojos se apagan para llorar,  no para creer. Quisiera cerrar la puerta, encerrarme en la miseria  sacar las espinas del destino, pero no. La noche pasa, el invierno se va dando un beso las lágrimas van marchando por siempre y para siempre, solo estamos mi corazón y una estela de lo que pasó que durará para siempre.

Alguien me habló del ayer el deseo explotó por los aires, no se quién fue lo escuché por andar silbando en la siesta de la tarde. Quise huir espantado pero la huella me trajo al camino, lerdamente como si fuera la última vez que alguien fuera a nombrarme. Los años pasan lerdos pero van pasando, como las hojas del árbol, ningún olvido las seduce para que sigan andando. La vista se nubla, alguien me habló del ayer nunca me había dado cuenta  que fue la conciencia, la que parió un recuerdo con tu voz.

Alguna vez habrá un cielo metido en el infierno, o viceversa, un llanto metido en la alegría, habrá una soledad dando caricias a una utopía, el cansancio dormirá en los brazos del silencio. Alguna vez... Alguna vez, la enfermedad se arodillará ante la cura el vacío se llenará la boca, la izquierda y la derecha irán de mano con la lógica. Alguna vez... Alguna vez pediremos permiso  en vez de tirar la puerta, regalaremos una sonrisa aunque la acepten en cuotas. Alguna vez el miedo morirá de angustia por que la valentía, dejará de darle la espalda. Alguna vez... Mientras tanto lucha, despierta y lucha, camina y lucha,  ama y lucha por que vaya uno a saber cual será el momento en el que la vida te puede abrir la puerta para salir al encuentro de la victoria.

Ven conmigo, estaremos mejor no necesitamos relojes tampoco celulares, no existirá el maldito internet para mostrarnos lo trastornado que se volvió el mundo. Dame la mano mi piel y la tuya  formarán parte del paisaje,  no hay razón para temer te doy mi vida moldeala a tu gusto. No sueñas mientras caminas con estar en otro lugar? Piensa que hay un mundo en el que las cicatrices son recuerdos, y las lágrimas de felicidad. Un beso no será traición la lluvia solo lavará la calle para mostrarnos por donde debemos ir. Ven conmigo, no traigas nada, te juro que no lo necesitamos despídete del pasado, vamos a inventar el futuro  en un beso eterno.

Toqué fondo, no pude darle un beso al destino se fue como vino sin preguntar siquiera mi nombre. Ahora camino por la calle sin saber a donde ir, solo pretendo encontrar un camino que me saque de este mundo, ando con la memoria envenenada dejando heridas por los rincones. Hay tanta soledad ante mis ojos, los edificios son demasiados grandes para saltarlo con utopías, la ausencia es tan perfecta que todos sonrìen,  y yo soy el único  que camina triste por pensarte.

Lo miraste tantas veces, fuiste y viniste pretendiendo saber, si lo que se escribía en ese lugar era cierto, vaya si lo era. Tus amigas vinieron, todas se reían, yo era el único extranjero que estaba en el lugar, escondido en el armario donde todos los alumnos guardaban sus cosas. Era la primera vez que estaba enamorado y suponía que conquistar a una chica llevaba la misma estrategia que jugar a la guerra. Salì del armario cuando me aseguré que nadie había en el salón, fui sigilosamente hasta la puerta. Era un 7 de Julio, y como el lunes era feriado el acto se hizo un viernes.  La estrategia rindió sus frutos, nadie me vio salir del aula, fui hasta el patio y me sumé a mis compañeros de séptimo grado, vos eras de segundo año.  Empecé a cuestionarme muchas cosas, si hice lo correcto, si a los doce años era la edad justa para empezar a enamorarse, sobre todo de alguien más grande que uno, dos años. Tus catorce años de vida eran los más hermosos que había visto. Mientras jugábamos a

No hay norte tampoco sur, la dulce incertidumbre del hombre:  ser. Estrellas muertas, lunas que sangran a plena luz del día, lágrimas a punto de nacer historia que nadie escribe. Una mariposa vuela en el paisaje, nadie dijo que el ahora podría ser una aventura maravillosa. La borrachera aterriza  cuando el ángel deja a un costados sus alas, el cielo envidia el baile que la locura hace hasta dejar ronca sus ganas. El poder está en el presente,  aquí y ahora son ideales. Para saber a donde ir uno tiene que amar el momento, ese instante  en el que la luz y la sombra lloran hasta que se les de las maldita ganas.

La muerte no existe, uno apaga sus ojos para seguir soñando, uno deja de ser carne para ser una pluma que flota en el viento. La muerte no existe los buenos siguen viviendo, los hijos de puta también aunque no lo merezcan. El espíritu no se apaga aunque haya un infierno que lo quiera. No existe, es un pretexto para dormir mientras los demás fomentan la mentira, una fantasía que no tiene alas, canción con un acorde que seduce a los más débiles para seguir en el suspiro de la mañana. No.  Con ese cuento a otro, la carne se pudre es cierto pero el alma  se viste para ir a la guerra sigilosamente,  como un suspiro sin que nadie lo note...

Te asesinaron por la espalda, quien fue? La noche lloró a las estrellas que morían , cuando tu sangre adornaba el cordón de la vereda. Fue una rima, murmuraban las viejas eruditas del café de la mañana, los sabios en cambio reían sabiendo tal vez quién fue. El caso pasó de manos como pasaban sus libros, alguien te quería muerto tu rima ofendió al materialismo tus versos eran flores que estaban de mas en su maldito paisaje. Un poco de justicia  murió esa madrugada, cada vez que sale el sol y la ciudad resurge de sus cenizas el eco tímido de una voz dice: "la ciudad sigue sin vida, ha muerto un poeta pero nos ha dejado su poesía".

Me paro, me siento, voy, vengo hablo,  callo,  corro,  gateo, suspiro, contengo la respiración. Escribo, pienso lloro,  sonrió voy a la derecha, a la izquierda me quedo en el centro. Digo todo, no digo nada, a veces me cae mejor la noche aunque necesito del sol para tomar fuerzas. Voy a la oscuridad pero de un salto vuelvo a las luces. Creo y no creo, admiro, me desilusiono, es difícil armar una historia para que venga tu sombra y la rompa en mil pedazos...

Le dicen puta, probablemente por que no conozcan el sacrificio que hace todos los días por sus hijos. Le dicen puta, nadie ve que aguanta las lágrimas por que tiene que seguir a pesar de todo. Le dicen puta, quizás por que no acepten que hay alguien que supera todos los límites conocidos, quizás por despecho de esos creídos superados hijos del materialismo. Le dicen puta, por que se sienten vencidos apabullados, tontos. El hombre nunca supo o quiso que nadie lo sorprendiera, creyó el cuento de la costilla en eso sostuvo su supremacía. Le dicen puta por que cierra el capítulo en el momento correcto de la historia, Le dicen puta, todos intentan sacar jugo de su boca en vez de sacar el sudor de su alma. Valoran su sexo,  e intentan apagar sus ideas. Le dicen puta, a las de todas las clases sociales,  a las que viven en puerto madero,  en la villa,  en la ciudad o en el campo, son putas  por que así las bautizó el h

Le sobra tiempo a tu soberbia para escapar de las nubes  y encender en la noche un suspiro ? No puedo recordar la última vez que tomé una mentira e inventé un poema, dime que el pasado puede volver así el mundo es más feliz. El corazón es el mismo para recibir una cicatriz todos los días,  las agujas se mueven demasiado rápido  para distinguir si lo que pasó fue el minuto o la hora que nunca debió venir. Por pensarte demasiado soy la sombra del fantasma que murió, el cuento que tiñe de gris la esperanza cada vez que se acuerda de mi dolor.

Huérfano de abrazo de sonrisa desmedida, sueños de barro arrasados por la lluvia, vino sin pedir nada se fue sin que nadie lo supiera. Moco pegado a su nariz, nariz que sufre cuando todas las puertas se cierran; ninguno inventó un futuro para que su cabeza lo siguiera. No se vistió de blanco, la fiebre la curaba con el tiempo no con medicina, el amor lo veía pero no lo sentía nunca tuvo un juguete. El horizonte eran seis letras que nunca supo descifrar, merecía mas del mundo pero el mundo, como siempre se queda con todo y no te da nada.

Levantame, ayúdame a encontrar mi propio yo, si alguna vez sonreí fue por que encontré tu mirada en las estrellas. Indicame el camino que llena de color la primavera, la vida es lo mismo cada vez que me acostumbro a extrañarte. Vení estoy cansado de esperarte, cada lágrima es una luz menos en el camino, soy el humo de tu boca  dispuesto a morir en el aire... Quiero que seas mi primavera, voy a escribir tu nombre con los pétalos de una historia  oculta  en la parte mas sutil de la luna.

Palabras y mas palabras  para que nadie pueda entenderlas, soy prisionero de un discurso y su consecuencia. La voz llama, quiere suprimir la conciencia,  todo estará bien cuando el mar pueda llevarse las penas. El infinito es una pluma muerta  en un pantano que parece tener más luces que la noche,  en una noche que brilla más que el día. Carnívoros infectando la memoria a un costado del árbol prohibido,  desfile incesante de gente que llora sin conocerme, sin conocernos; debería venir de una vez por todas el silencio, la humanidad habló demasiado sin saber siquiera el daño que ha hecho.

Quién está sordo el mundo o mi pluma,  la rabia del mundo el traidor te apuñala por la espalda por quinta vez, a las catorce cincuenta. Sueños mas que realidades, nadie limpia la sangre al costado de la tumba, correr no sirve para el que está desorientado hay tanta hambre en la conciencia aunque el corazón frene al costado del camino, siendo las catorce cincuenta y ocho. Se nota,  la luz tapa el bosque,  es triste que te domine la tristeza,  a las quince y diez de la tarde. Rodar, como la partícula que se le escapó a la obsesión para llorar en la quinta cuerda del sol. En ciertos lugares  lo que no se conoce se pregunta en vez de suponerlo a las quince y veinte de la tarde. Quisiera tener coraje para levantarme de la sombra, salir a respirar a la calle sentir el ruido de los coches, escuchar como las chusmas suponen mas de la cuenta. La inteligencia duda en vez de actuar, le faltan huevos para salir de la tumba  y hacer justici

Respira. Respira tan hondo para expulsar de una puta vez la pena, nadie está para aplaudir tus miserias la cuerda no está demasiado tensa para que tus miedos viajen de una punta a la otra. Estas solo querido amigo nadie hará por vos lo que el interior demanda, nadie regará tus jazmines ni le abrirá la puerta a la primavera. Levante y anda, deja la ceguera lava tus ojos con el sudor de la frente hay una calle llena de fantasmas que necesita un acorde de tu boca. Ve a donde quieras a las nubes, al sur, da vueltas al mundo si quieres, hay demonios agazapados no permitas que se adueñen de tu cabeza.

Hay que matarlos a todos. Arranquemos comprando una bala para cada uno, pongamos el fierro en nuestra sien y pum... Nadie sirve para nada,  el hombre es lobo del hombre fuimos creados a nuestra propia imagen y semejanza. Terminemos con el mundo, la civilización nunca fue buena el hombre se quedó en el orgasmo,  reproduce para fomentar la barbarie. No servimos para nada... Escupimos promesas como guerras, vendemos ideales para seguir pisoteando cabezas. Hay que matarlos a todos, que no quede ninguno, dejemos el mundo para la naturaleza ya bastante la bastardeamos, todo lo bueno fue malo lo malo fue peor todavía. El que mata tiene que morir. Que mueran los que fomentan la trata de blanca el que se afirma en el sistema dominante para destruir, que beba cicuta el que toma malas decisiones,  el que se cree vivo cagándose en los demás. Mueran los que se creen dueños de nuestra vida,  que dejen de existir los que ayudan lo hacen por el aplauso, todos debemos morir,

Miro el vaso medio lleno al camino lo ensancho con el sudor de la frente, el éxito no empieza en el aplauso, arranca desde el minuto cero como todas las malditas utopías. Reniego.  Caigo, pero hasta hoy puedo levantarme, sigo a pesar de no ver ninguna pisada en la arena. Sigo aunque a veces, no queden venas para tanta sangre. Sonrío por dentro la bestia se relame, paredes sin nombre otras escritas con sangre. Mi mundo necesita respirar no quiere ser asfixiado por nadie. Soy de carne y hueso,  pelo todos los días aún conmigo mismo, Creo fervientemente en las utopías por eso camino...

Iban 44 del ST. El partido parecía escrito por una pluma prodigiosa, situaciones para los dos lados, los arqueros protagonistas. La cancha reventaba, la frase hecha de "no cabía un alfiler", era cierta. No entraba un alma en la cancha municipal de Lobos. Los  más experimentados, esos que le sobraban canas decían entre jugada y jugada el famoso " hace tiempo que no veía un estadio tan lleno". Pero no nos desviemos del tema, 44 del ST centro desde la izquierda, lo hizo el Vasco Fernandez  con un fierrazo tremendo, la pelota llegó justo para la cabeza del Titán Dominguez, el nueve de los amarillos, histórico centrodelantero de la entidad que nunca fallaba dentro del área, sobre todo en la más chica . Vaya a saber uno  si no acomodó bien la cabeza, la pelota le pasó a dos centímetros y ni siquiera con el rulo más rebelde pudo tocarla.  El árbitro no quería problemas, cortó el partido a los 47, como los colorados venían primeros, dos puntos de ventaja,  el empate les

Regalame soles que lluvia sobra, ofreceme corazón todavía no entendiste amor que las apariencias engañan. Las esquirlas del sol son bendecidas por el agua, hubo una vez un cuento que no tuvo final, hay en cordones  frases sueltas esperando que se las lleve la correntada. Tarde gris, promesas tiradas al aire como bocas en un desierto en busca de una gota de agua, ni dios puede esconder tantas nubes y pintar de azul el paisaje. Un coro sin voz  camina por la calle, chapoteando en la soledad dibujan sin escarmiento una risa, vos seguí teniéndole miedo al olvido que mi nombre se irá sin que lo notes.

Me cansé del esquema conservador apelé a lo novedoso sobre todo cruzando mitad de cancha. Abajo con dos, arriba todos los demás. Los extremos bien abiertos, los marcadores de punta proyectándose a lo largo de la banda. No funcionó. Me acordé del "paso a paso" primero bien atrás, vemos lo que pasa adelante. Perdí por goleada. Alguien me habló del "fútbol Champagne" de jugar tranquilo por abajo, si es posible a un toque; me dijeron que ataque con mucha gente pero al rival no le gustó, se enojó y en casa me volvió a golear. No me dejó agua caliente para bañarme salí sucio de la cancha. Fue cuatro-cuatro-dos, cinco,dos, uno, dos, tres, cuatro, tres,  uno, cuatro, cinco, con enganche, con un diez sacrificado en la marca, lo hice con doble cinco, con libero, estoper,  en el banco de suplentes alterné entre volantes y delanteros dejé afuera a los defensores. Ni puteando al de negro llegas al empate. Perdí categóricamente... En el vestuario

No hay un modo de ver tan simple las cosas, sacude el polvo de tus ojos mira como camina la locura  por el cielo enfermo de la ciudad. El instante llega cuando cede tus sentidos a sus formas, no va funcionar si das todo y al mismo tiempo te guardas algo. Insensato agosto, las flores estallan junto a tu histeria dame algo mas que solo palabras, mi alma no se conforma con canciones. Cierra la puerta evitemos caer en la trampa, nuestros cuerpos tienen un acertijo que no cede a ninguna promesa. Calma, dame algo mas que besos para estar despierto en la noche, quiero soñar con algo más que excusas.

Nunca se cansa tiene luz propia codea al olvido con una sonrisa compadrona. No disimula su enojo, aprieta los dientes se da ánimo para caminar con los pies descalzos debajo de la lluvia. Nadie lo nota? Camina desnuda en la noche la luz palidece en su piel, respeta su paso la sombra hay demasiados septiembres que quisiera escribir en su boca. Viene y se va cuando quiere gobierna a su antojo; he querido cerrar mil veces la puerta pero ella se lleva la llave. Ningún pretexto sirve, el mundo creo lo imposible por que nunca tuvo un orgasmo. Llega, siembra, se va sin que nadie le ponga un gramo de resistencia,  ella creo tantos abriles y a mi no me ayudó a inventar un sueño.