Luces y Sombras.

Sentí al dolor muy cerca, pegado al alma latiendo como tambores en la última batalla de esta guerra. Nada ni nadie, Ninguno o tal vez todos, notaron el resquebrajamiento del horizonte cada vez que llovía en la memoria. A veces hasta la nostalgia tiene amnesia. Llegan lágrimas, simulan taparlo todo. Tu ausencia tiene acordes escondidos, una música que hace levitar todas las quimeras. A pesar de todo, tienes la virtud de resucitar antes del último gemido; la única derrota que tiene la muerte en su haber es tu recuerdo.

Está en el sueño, al despertar, en el trabajo, cuando haces el amor, o cuando el nos hace en realidad. Habita ahí, en el silencio, en el grito sagrado, en el pasto por el que se revuelca la tarde, en la tormenta que asoma sin que nadie la quiera. En la escharcha, en el fuego para encender el último cigarro de la noche. En la oportunidad que apareció en la puerta, sin que nadie le pidiese que viniera. En el orgasmo de la locura cuando bambalea, ahí está, dando vueltas entre los dedos o inventando fantasmas para que dominen la cabeza. Es inevitable, la poesia está en todos lados aunque nadie la quiera.

En la punta del invierno, el tiempo pide mas tiempo pero el infinito le confiesa que ya no tiene ganas. Cuántas veces dio la vuelta al mundo la mente, las hizo el alma? El capricho niega que la ventana es un concierto de narices frías. Reír, llorar, abstenerse, gritar, ignorar. En todos los interiores no encontrarás un edén, no todos los discursos se vuelven tangibles, en toda luz hay un poco de oscuridad. Hay mañanas que se hacen carne en cruces de terciopelo, en vanidades relucientes de la jungla de cemento. Ya no sorprende el desaire postmoderno, no en todas las venas corre sangre.

Ósmosis. Ser piedra  rodar, ser agua  colarse entre los dedos del ayer. Dar la vuelta al mundo y ver, sin extrañarse que detrás del diablo está el amanecer.

"Ojalá, al cerrar los ojos, la realidad no sea mas que un sueño", dijo alguien, sin luchar demasiado. "Quizás estás dormido, todos somos parte de un sueño, hay heridas que aparecen sin saber" Como un susurro apareció, como una hoja se fue. "Alguien me explica si ese punto en la pared es una salida,  la entrada al cosmos,  o el punto azul del infinito?" "Mientras nos sentimos espectadores,  la vida sonríe desde el escenario. Desnuda como vino al mundo, desnuda como el viento que baila a su lado."

Moneda al aire. Dos caras. El bien o el mal. Soberbia, humildad. Gloria o fracaso. Amor u odio. De vez en cuando se puede ser un lado, hasta  caer al suelo, ahí; donde espera con entusiasmo el misterio. 

Desperté, el pordiosero mató las flores que la fantasía resucitó después de un viaje a los sueños. El mundo es una sucesión de discursos bastardos. El amor tropezó con la escarcha del primer invierno, no recuerda quién es intenta encontrar a la necedad para abrazarla. Tan insólito resulta el andar, que la insolvencia justifica con desdén su pavada. Ni el viento cura el oído, ni el horizonte abraza la vista. Es increíble como el mundo se cae a pedazos cada vez que me alejo de tus brazos.

Ojalá podamos viajar al corazón del niño que fuimos, para recuperar la rebeldía que nos quitó el tiempo. Principio, viaje, destino de toda fantasía.  Vuelo razante sobre las punzantes garras de la montaña. Una espada para enfrentar a los malvados vestidos de negro. Un amigo fiel de cuatro patas, ladero presente en todas las batallas. La primer mirada, Las mariposas que dan vueltas sin saber por qué. La pureza infinita del amor, ese que no conoce de odios, ni maldades. Jugar con tus amigos, al fútbol, andar en bicicleta. Caer, llorar levantarse y reír. A pesar de los moretones en el cuerpo, peor serán los que queden guardados en el alma. Cada vez es más difusa su imagen, saluda desde lejos. El no corre, quiero ir a su encuentro, parece alejarse, la noche se hace presente al igual que un extraño de pelo blanco. Nunca dice lo que quiere, solo mira, mira con sus ojos vidriosos.