Si volamos?
Si volamos? Si desplegamos nuestras alas para ojear la ciudad? Podríamos reírnos de la histeria colectiva, tú no le harías eso a la vida. Intentarías salvarlos a todos. Tus pies están sedientos de barro y utopía dirías, con una sonrisa me obligarías a tirar las alas al mar. Jugaríamos ese extraño juego sin naipe que cada noche nos obliga apostar, para terminar borrachos al borde de la demencia en esa comparsa patotera y sentimental. La locura nace con un bis que pocos conocen, la realidad...