Punto lejano...
En un punto lejano, detrás del arcoiris está el infinito. No lo dice ni el cuento, ni el tiempo, lo dicen tus ojos. Deja vu. Tu piel al desnudo, tu boca en el vidrio de la ventana, tu sonrisa hasta el presente, era tan hermoso para ser cierto. La lluvia es una mezcla de pretéritos serpenteantes, delirios selectivos que no dividen los misterios. Espinas que se esfuman con una mirada, cada vez que viene a la memoria tu beso. O el aroma de tu piel, después de un baño de existencia, tres segundos antes de darme cuenta que el infinito es cuando van de la mano, tus latidos y los míos.