Concurso
El mundo es un concurso, entre la soberbia y la humildad, entre la alegría y el llanto, entre quien pega primero y como se levanta, si puede, aquel que recibe el golpe. La flor en realidad es una espada, el Mar no tiene sus lágrimas. Hemos llorado demasiado, nadamos en la angustia cantamos en un acorde a destiempo que parece familiar, en un zaguán a la salida del misterio. Hay un banquete, y el poder se llena la boca, sin siquiera ensuciarse, ahora el desamparo es la mejor estrategia.