Luces y Sombras.

Íconos hechos pedazos,  discursos con olor a mierda, es imposible ser mas humanos en un sistema que tiene siempre los mismos acordes. Hay lenguas  que solo quieren meterse  en la boca de los mas desprotegidos para poderlos conquistar. Siempre agachamos la cabeza,  siempre tenemos la bandera blanca en la mano, el vaso nunca se llena, los avarientos no dejan caer las migajas. Vinieron con promesas, con comida, con trabajo, solo dejaron las balas.

 Hasta la revolución se pone nerviosa pero tiene que esperar, todavía no llegó el orgasmo el punto máximo  en el que dos cuerpos lloran del placer y después se desploman en un colchón de estrellas por que han sabido dibujar su realidad.  Sigilo, lamentable pero necesario, hubiese jurado que eras vos la que en silencio  cuando lograba dormir, secaba mis lágrimas con tu lengua. Ese bálsamo era la paz...

Mientras los truenos rugen, las calles se bañan, la ciudad se despierta, los coches circulan, mientras las aves se acurrucan debajo de un tinglado,  mientras las hormigas huyen a su casa, las plantas hacen el amor con el viento suave,  pero otras tantas veces salvaje. Mientras las luces de los hogares se encienden la lluvia se hace escuchar, quisiera quedarse para siempre, la naturaleza discute quién manda. Persisten las historias que no fueron el ultimo beso, el primer encuentro, todo en esa melodía que sin prisa camina a dormir, al comienzo de la noche volverá a tener su oportunidad. Mientras las noticias llenan minutos, el vacío sigue igual, no todo lo que ves es lo que pasa. A la justa no la dejan ser justa, al otro no lo dejan brillar. Mientras la mañana nace, aquí estoy,  tengo una sonrisa y es para cualquiera, resistir es levantarse y soñar.

Muchedumbre de errores, manojo de granos de arena  que se pierden en las manos de alguien. Quién, no sé pero siento  que quieren tomarme,  me escapo; como el agua de lluvia corre por las hojas de un árbol  que recién abrió sus párpados en primavera. Un puñal vestido de lágrima a las siete de la tarde hay días en los que el telón tarda en bajar, uno quisiera perderse a veces para encontrarse y no puede.  Lo que queda es bailar hasta pulir el alma, hasta apagar lo absoluto, bailar y nada mas...

Todas las guerras luchadas, los infiernos perdidos, los cielos conquistados. Todas las veces que fui y tuve que volver  por que no encontré nada. Me perdí y no me encontré  o me encontré pensando que me había perdido. Esa locura que dejé marchitar en el balcón, mientras adentro hacia demasiado frío. Tantas sombras que besé apasionadamente en una noche consonante, de arañas en la memoria  que tejen su propio concierto. Cuántas veces estuve por llegar o me quedé sin aliento. Ay! Las cosas a medias no sirven para nada.

 Ninguna de las dos te quieren,  van de la mano por la avenida como jóvenes que huyen de la modernidad por que se dieron cuenta que no sirve bailar al mismo compás. Siempre vas a ser tironeado, hasta que tus partes sean un trabajo mas para el viento, hasta el polvo sea pisoteado como de costumbre, por los pies soberanos de un sistema que de soberano no tiene nada. Pregonan bocas abiertas en mentes cerradas, mares en desiertos de tierras, amor en tono de rencores, ahí están las dos, verdad y mentira, las dos me buscan, las dos siempre me mienten.

 En todas las mañanas, me arranco pedazos de mi para que el alba los devore. Ritual. Cada lugar después de las seis de la mañana, tiene los vestigios  de una lucha silenciosa. Magia es el saldo que queda entre la resaca del bien y el mal; nadie sabe para qué, ni por qué. Miro los barrotes nunca puedo ver el más allá. El amanecer, en realidad nunca fue un aliado del porvenir.

 Corrimos a la sombra para escapar del sol, en cada costado del espejo había un lugar en el que inoportunamente tu ego jugaba a ser dios. Te nombraron tantas veces, te soñaron tantas veces, nunca sentiste la necesidad  de escapar de vos mismo? Es tu plegaria pegada a la ventana la que pide rescate? Una gota de lluvia  golpea mas que las palabras. El tiempo  se queda sin agua para darnos, es imposible que el veneno de tu lengua se calme. Llego la hora de planear tu escape, aunque sea por un rato, a veces la mente necesita un respiro  para que pueda volver a sentirte completo.  

Basta de cerrar los ojos, de arrodillarse, de sacarnos ventaja, basta ya de creer que sabemos todo, cuando ignoramos cada vez más. Yo vuelo, voy por la tierra, soy de las nubes y el mar; soy un beso de la luz y otro de las sombras, tristeza y felicidad. Cada persona tiene una dictadura que derrocar, un infierno que sepultar, un dolor que debe sanar. Vivimos a prisa en un mundo que no se atreve a despertar. Soñamos demasiado, dormir menos es vivir más.

Alguien, no recuerdo quién, ante la atenta  mirada de todos los concurrentes,  narró una simple historia. "El horizonte se alejó tanto, nadie podía verlo, ninguno pudo encontrarlo. Ni siquiera la esquirla más benevolente del tiempo,  supo que hacer. Todos se pasaron su eternidad, sin saber que el horizonte se alejó tanto que nadie se dio cuenta que juega a sus espaldas." Entre tragos,  alucinógeno certero servido en vaso, todos sintieron la necesidad de mirar atrás, pero el horizonte ya había pasado. Una vez más...

 Dejame volar a tu boca, acostarme en tu pelo, acurrucarme en tu piel para escaparme un rato de la nada. Quiero balbucear en tu pecho lo afable del amanecer, en tu historia la noche no se puede defender. Le canto a las flores que nacen en el desahogo del cemento. Le grito a tus difamadores y caigo en la templanza de tu voz en medio de la tormenta. Soy yo cada vez que veo bailar tu esencia, al costado del camino, en ese esplendor que cruza la ventana todos los días, aunque llueva.