Luces y Sombras.

A veces el sol rueda hasta tu piel, y descubre un arco iris que llega hasta su pelo... Cada latido es una falsa superstición  de que el dolor dejará su aguda sonrisa,  en el rincón mas oscuro del alma. El arco toca el violín, las flores luchan al compás para no marchitarse... A veces en el  cielo  están las  alas que necesito para llegar a tus labios... la fe es la dulce sensación de volar por los aires,  y dormir en tus pechos hasta que el amanecer,  me despierte,  y sin preguntarme,  me deje a un costado,  la partitura de una canción  que nuestros cuerpos escribieron toda la noche... Hay un infierno interno,  y una música que sirve para calmarlo. La bestia que tiene mil rostros,  rompe el cristal de la historia. Cada pedazo es una mentira  que el mundo inventó para nosotros. Aun con el presente en ruinas,  iria al pasado a buscarte,  para contruir un futuro,  allá, en el último escalón que tiene el infinito para nuestro amor...

Partiendo desde el pasado, soy la mismísima nada que se presenta ante tus ojos, Con la ilusión de sentir, como la locura se pierde entre mis dedos. El enemigo es astuto, toda palabra que brota de mi boca, es una mentira que transforma en sangre, los rios bordados por  el bosque... Descalzo en la cima del volcán, un llanto rompe la marea de lava, y se abre un sendero de piedras azules, que me llevan a un corazón puro,  lejos de cualquier letanía... A media luz, el alma intuye lo que el silencio trama con la noche.. Los dientes del débil  se muestran, a los ojos sedientos de poder que se multiplan en el firmamento-. el humo roza el agua, y cada gota es una ilusión que se desvanece, allá a lo lejos, en ese mundo que habita en mi interior. ,

Escuché su voz, y la música abrió un mundo de colores, un arcoiris cruza el cielo para soportar el dolor. Tantas dudas, la tarde tira  pinceladas al aire, para que la locura se pierda, sin mirar atrás... Dos almas dejan entreabierta la puerta, para que sin pensarlo, el sol pueda brillar aún más... Al compás del amor, las lágrimas negras, pueden ser ríos, que quieren llevarse el dolor... Su beso fue abrir los ojos en la noche, para ver como la luz de la luna marchita el susurro de los sabios... Lúgubres acordes de un violín, rompen el silencio, encierran dentro del pecho el dolor de su ausencia, un beso, es una eternidad para aquel que una vez supo amar de verdad...

Dar vueltas por mil mundos, tantos rostros, y el dolor que desaparece entre tantos, tantos ojos que miran con desesperación.. La bestia mira desde el rincón, la música gira al compás que quieren ellos. extraño las noches en que con una caricia, el mundo dejaba de bordar sus delicadezas maquiavelicas... Tanta dicha para la  miseria, la sangre que brota no es del cuerpo, sino del alma... un golpe de gracia, es la última copa, en la última mesa del bar, afuera espera el sol, para borrar las migajas de lo que una vez pudo ser...