Luces y Sombras.

Es la vida, no un cuento. No existe el bien, es una fantasía del mal. Somos menos o mas malos. Con un costado, o todos los lados teñidos de perversidad. El puñal puede ser de metal o puede hundirse desde la boca. El combate puede ser cruel o las más piadosas de todas las poesías. Se escribe con mayúsculas o minúsculas. Quizás, en su afán de arrasarlo todo, siente temor de cruzarse con la bravura de tus labios. Entonces el mal le tiene miedo al amor? Si, pero el amor todavía no se dio cuenta.

No se si repite  o sueña mil historias dentro del momento. Quizás sea el rugir de la decadencia, o el paso firme del silencio. Tantas voces en la cabeza, una cadena lleva a la otra. Ruge el niño con su llanto, mientras con el halo de su boca fabrica carcajadas el de pelo blanco. La tormenta tiene bemoles, en ese contrapunto puede bajar su soberbia. Camino al ocaso, la única bandera del hombre es la primavera que lleva en su pecho.

Da tumbos por la tarde, en esa silueta imperceptible de la melodía de un suspiro. Los bosquejos que los sueños arman, para reclamar más tiempo, no es mas que polvo impregnándose en el silencio. A veces en esta inmensidad sin dueño, ese diminuto punto encuentra su existencia en el andar, aunque deje lágrimas o rueden por la acera, como las hojas remolonas de un invierno al que todavía le falta transparencia. El humano es demasiado humano, debería predicar como la hormiga.

Alma,  el ser más sensible. A gritos lima los barrotes de tu interior para volar lejos, tan lejos que se pierde de la vista. La flor más bella, a la que suele caérsele una lágrima, en el acorde perfecto  que el compositor no se atreve a soñar. La realidad dibuja estrellas, el alma invita a cambiarlas. No sientes, en el paréntesis del mundo que el alma quiere que despiertes de la modorra con la que sistema hace  que ames tus cadenas?

Inútilmente creemos que hacemos el amor, cuando el nos hace y nos deja hacer. Le ofrecemos tanta resistencia a veces, sin saber  o sin reconocer que nos gana siempre.

La falsa humildad, el precipicio que aparece a cada paso cuando el discurso del petulante llena diarios, inunda las redes posándose en tu boca, en la de el, en la de tantos. Tan promiscua resultó la vanidad, deja su dádiva mientras viaja por los rieles del karma. No hay palabra vacía, hay vacíos que no se dejan llenar por la palabra.

Si te digo que no estamos para dar certezas, sino para contarle al otro que tiene que agotar la duda y aun así, puede no encontrar respuestas? Por qué no confesar de una maldita vez la fragilidad de las cosas, la incertidumbre al andar, lo permeable de los sentidos. Por qué no contar entre lágrimas y risas que casi nada dura para siempre, lo que tanto queremos puede irse, conseguir algo no tiene la misma satisfacción que buscarlo. Nadie te pertenece, el otro es el otro y puede ser con vos mismo. Navegamos entre dos nadas, la eternidad es el pretexto real de un fracasado. Todos los hombres tienen la capacidad de herir, hay tantas máscaras como granos de arena en el mar. A pesar de ser un juego ciclotímico, siempre habrá una jugada que te hará felíz, aunque sea por un instante, llamados por algunos eternidad...

La flor, Resistir en cada pétalo. Resistir a pesar del viento, soportar las pisadas la búsqueda de respuestas la mirada penetrante del sistema. En el responso del ocaso suspira risas y engaños. El ahora es un bálsamo para mí, por que cada paso en esta existencia, es un jardín indescifrable.