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Mostrando entradas de noviembre, 2017

Ondule

La piel curtida, de tanta soberbia externa, por falta de amor interno ni siquiera la luz de la luna llega ahora a posar su luz ahora que el alma viaja por la ruta. A través de la ventana, la noche busca hundir en las estrellas su propia miseria, con razón o la cerrazón de un desierto que viene a reclamarle a la creación sus alas. Hubo una vez, antes de la razón, que las estrellas eran ciegas  y cansadas de sufrir como acto revolucionario, dibujo la felicidad en cada alma para que ondule en el hombre como la más grande de todas las ideas.

Guerrero espiritual.

Es el ahora, el momento, el segundo, no lo que vendrá, ni lo que podría venir o lo que pudo estar y hoy no es. No sirve mirar el reloj, anclar la prosa en un cometa, para que el discurso viaje de boca en boca. El destino es una promesa fugaz del infinito.  Fijo mis virtudes gastadas en el presente, prefiero un buen vaso de whisky a una gaseosa barata. Mirar sus ojos que imaginarlos. Me pierdo en el infinito de un paisaje, aunque la ciudad grite su furia a cada instante. Ninguna religión o teoría conduce a la felicidad, hay que romper la pared del interior para encontrar la respuesta. Un guerrero no puede amar el destino cuando lo más importante es el viaje.

Dormido...

Toda una vida dormido, buscando respuestas en las piedras en vez de irlas a buscar al viento. En el silencio uno se cansa de estar asustado. Una lágrima lleva a un sueño, un sueño es una realidad congelada despierta con el deseo.  El presente es lo que define al hombre. Entre escalones gastados, paredes escritas mil veces, entre tantas voces que rugen, los latidos del corazón guían la jornada. El malevaje ata las alas, pero un verso puede desatar la esperanza, somos un guión con final escrito, pero un nudo maravilloso... Eso en definitiva es lo que nos hace perfectos...

Me queda la memoria...

Entre tanto olvido, cerrazón sin pausa, odio que suprime amor; me queda la memoria. Entre canciones que ya no suenan, personas que olvidan, lágrimas que no reparan; me queda la memoria. Si lo que se fue merece irse, y lo que queda quiere fugarse, no importa, que se vaya; me queda la memoria. Aunque en el último suspiro, las ideas quieran volar para no quedarse en el cuerpo, si todos viven de mentiras o miserias, no me importa, al fin y al cabo, me queda la memoria.

Navega la luz...

Entre dos oscuridades navega la luz, la silueta escapa del fantasma como esperanza de un día mejor. El universo explota ante tus ojos, las esquirlas son pasos, el ahora es el único viaje; gastamos demasiado de nuestros deseos en el destino. El mundo gira alrededor del hombre, nunca al revés. En cada hoja del árbol nuestras venas palpitan de utopías. Entre nubes el hombre nunca puede plantar sus metas. De rodillas nunca, todo guerrero merece estar de pie para ser abrazado por el viento.

Hola.

Hola. A mi mujer, a la pared, al desayuno de la mañana, al noticiero que desinforma en vez de informar. Hola. Al silencio que me lleva al trabajo, a las nubes que ganan al cielo dejando al sol en celo sin su regocijo matinal. Hola negro, el perro que saluda mi partida y  festeja mi llegada al barrio, hola a la ciudad que parece dormir cuando sabemos que nunca duerme, cierra los ojos, pero escucha... Hola a la plaza, a la bicicleta oxidada que se escucha a las cuadras, al trabajo que hago con gusto. Ya empiezo a saborear el trote de la jornada, ya empiezo a sonreír, por que aunque el mundo quiera hacernos notar que no queda nada, en el fondo sabemos que todavía hay un corazón que no se cansa de latir. Hola a la paz que llega cuando uno le dice ADIÓS a la basura que por años gobernó la cabeza. Hola a todo, a lo que fue y hoy me hace reír, a lo que no fue y un día me hizo llorar. A la tormenta, por que la lluvia siempre será bienvenida; te saludo a vos que no t

Hasta que se apague el sol...

Una luciérnaga,  llega hasta los pies, cansada de volar, pero nunca de reír. La sentencia del perdón llega con los latidos pausados del corazón. Luego, un grito ensordecedor como puñal en la mañana. El hombre odia la naturaleza; dice amar la primavera  pero la oprime contra el pecho. De las cenizas nacerá la flor. Alguien invitó la palabra destino para conformarse, muchos olvidan que están los que caminarán hasta que se apague el sol.