Luces y Sombras.

El principio, lleno de pétalos bordado por un cielo azul con estrellas que brillan sin parar. En la cúspide empieza el invierno con él la lluvia sin parar. Toda la fantasía muere con la suerte, el final llega cuando el corazón hace pausas para beber su pena en un triste atardecer. Aunque a lo lejos, como el cuento de la luz al fondo del túnel, una mueca revive la alegría... Quizás, a lo mejor, el cuento no tiene un final y se lo ponemos de guapo nomás. Cómo juega el corazón con los sentidos, cómo lastima tu ausencia a mi piel...

Ayer  el corazón hizo círculos en el aire bailó apasionadamente la canción,  desesperado por rozarte buscó cualquier escusa  para mostrarse volvió a su estado normal latir sin saber por qué... El privilegio de ver  tu cuerpo bailar al ritmo de la soledad, mirar para buscar un abrazo dios no tiene piedad. Ayer  el corazón  hizo círculos  alrededor de tu nombre, te perdiste en la multitud;  el alma te sigue buscando aunque el cuerpo esté en el presente...

Ya no quedan soldados ni mercenarios,  alzando la vista solo una bandera  es la que flamea,  no es la nuestra. Bendito aquellos que descansan en las nubes de alquitrán, un suspiro no alcanza para meditar la desilusión. Nadie se levanta todos miran al cielo a veces,  las estrellas dibujan un acorde, recuerdan todo lo que una vez fuí. El llanto se perdió,  quien sabe donde llueve pero adentro,  la bestia bebe a sus anchas la desilusión de no vencer. El suelo tiene pasos eran los mios los tuyos desaparecieron hace rato. Esto no es una guerra pero tu ausencia tiene sabor a derrota.

Ahí lo ves bordando el cielo con pinceladas azules, dejando sus pasos marcados en la estela gris. Ríe muy pocas veces, sufre en silencio quiere dormir ¿A dónde va la ilusión del hombre cuando los imbéciles asesinan la utopía por la espalda? Lo tuvo todo,  perdió casi todo, Vieron su espíritu rodar por los aires? No. Con su mano, con su boca con su sangre aferraba su espíritu, pero fue inevitable solo él  y los tres o cuatros que lo miraban detenidamente, se dieron cuenta que su alma había muerto para siempre.

Anclarse en la derrota, crucificarse por el error sentir simpatía por el fracaso, abrazar el llanto como si fuera la última oportunidad de lograr algo. Besar al olvido o a lo lejos, hacerle una mueca para que venga el dolor  a sepultar la esperanza. Somos lo que queremos ser. Llorar,  ver como las lágrimas van adelante, mientras el alma sigue en el pasado. Vivir con una oreja escuchando el discurso y no tener las palabras para crear uno propio. Viajar por el mismo camino que van todos buscar la huella del otro no ser capaces de caminar descalzos. Somos prisioneros de nuestros propios miedos, somos en definitiva lo que queremos ser.

Estallan las rosas el cielo duerme en los rayos de sol que impactan tibiamente en tus ojos. El penitente sigue su marcha con una sonrisa,  la acera  huele a jazmines y rosas. El tiempo le roba  una mueca al malhumorado, las venas soportan  la adrenalina  que empieza, cuando desaparece la escarcha. Todo significa algo antes no era nada, llego aunque no para siempre, la veo en tu silueta bienvenida primavera,  seras mi aliada por un tiempo.

Un soñador pobre, ni una silueta acercaba a su afán de jueves, tampoco el eco de los coches tocaban su piel. Devoto de utopías mientras  su boca, tiñe con sangre lo imposible que habita en la acera. Era un soñador sin primavera  un punto de mas en el cuento; una lágrima cabe un verso y en un verso laten sus pasos...

Estos versos hablan de mí,  no de tu cerrazón en pleno septiembre,  habla de mis fantasmas  que huyen lejos para beber hasta emborracharse Estos versos son míos, no los gastes pisándolos como a tu conciencia tiene mi firma al final, una lágrima que devora la hoja. Estos son mis versos,  fallecen en el lado mas azul de la luna,  pero antes,  como si fuera obra de dios recorren los valles de la locura como si fueran a morir en tu cuerpo. Sonríen, dibujan en el aire, un suspiro pero no le dan ninguna chance al tiempo, a la fe todo lo que ellos reflejan,  todo  todo está escrito.

Miró a su lado nadie movía un músculo, ninguno hizo un gesto todos dejaron que castigaran su cuerpo, hasta que brotara sangre. Como pudo levantó su alma del suelo, cabeza baja para una tristeza que clava en el pecho mil veces,  la desilusión. Los demás  lo veían   arrastrándose  por el sendero, nadie dijo nada nadie hizo nada... Una vez,  en una esquina oscura alguien habló de revolución, solo uno creyó en ese cuento.

En el medio de un bar una sombra temerosa giraba sin pausa, aunque sin prisa por el otro día. El olvido es así va con los dientes afilados a donde pueda haber una historia. Nunca dijo su nombre no era necesario,  una mirada bastó para desatar el encanto. Se sentó y su aura iba hasta la puerta del lugar. Me miró, con esa mirada acongojada, el silencio reinó por unos segundos, "Es inútil morir de amor" dijo, y se fue a bailar en la calle junto a las luces, junto a las máscaras  de ese corzo lleno de bastardos.

Tomamos el eco de una voz que no nos pertenece caminamos, arrastramos una fantasía que no nació de las entrañas. Prisioneros de la civilización, vivimos encerrados en la barbarie, esa vida que nos quema el corazón al sol de la siesta. Miedo, llanto, todo lo que una vez fue es parte de una canción que nunca le gustó. El alma levanta la copa brinda por los viejos tiempos, herida por la sombra aun es capaz de sonreírle  a esa meta que no pudo lograr.

Golpea la puerta de la paz,  no necesitas irte lejos dentro tuyo está tu propio paraíso, échale un vistazo. Las flores no crecen los ríos se están secando la tierra, es cada vez menos fértil las voces, suenan cada vez más roncas. El cielo es cada vez más negro y no llueve,  tu puedes cambiarlo todo y al final no cambias nada. Llora  si tienes que llorar, ríe si tu boca te permite hacerlo. Deja partir a la bestia de una vez por todas,  y cuando eso pase pregúntate por que está así el mundo.

Muere la escarcha en la soledad mas adusta, en el rincón menos pensado  de la mañana. Viene su encanto a posarse en el canto de los pájaros; las flores liberan su néctar la tristeza escapa  a un rumbo que nunca soñó. Renace el misterio la abundancia de frases, la colección de miradas la mueca que roba una sonrisa. El Ánimo  camina sobre los pétalos, primavera  que teje ilusiones  con su sabia. Viene a mí  con sus labios rojo carmesí; besa y desata en el pecho la más hermosa sinfonía. Dormir en su pecho es primavera, lo demás no existe...

La cara mas oscura de la luna  tienta con sus lágrimas  a que cada destello se apague  en el recuerdo. Luego mientras algunas luces  dan vuelta, otras son devoradas por la sombra  sin saber por qué.  Las cicatrices buscan abrirse  en ese corazón  que mece sostenido  en los brazos del árbol... Nada nuevo en la noche,  las estrellas rompen en llanto, esconde la sonrisa del perdedor.  La mañana es la misma de todas,  no deja sonreír a los enamorados abrazados bajo la acera. Escapan, son encontrados, vuelven a escapar. El viejo solitario que cruza el parque esta mañana decidió cambiar de destino, no lo veo, ni siquiera escucho sus quejas. Tal vez se quedó contando las pocas hojas que le queda al otoño. Tampoco veo el incesante desfile cotidiano de autos, las puteadas de la Secretaria al remisero por la frenada brusca.No hay nada. Pasan los minutos. Cada día pienso que en cada segundo hay un año, siento que las paredes me hablan y me cuentan vida y obra de todos los que estuvie

Casi sin pensar,  sin decir,  tal vez silbando  se fue a soñar a otra parte;  a mostrarle su sonrisa a los ángeles,  a pararse cómo último  mirarlo a dios a los ojos  y sin hablarle, darle a entender  que nunca lo pasará. Ahí estás Mariscal,  desafiando al creador de creadores. En las noches  la silueta se mueve en el aire  salvando todos los errores, custodias desde otro lugar las almas, las de la cancha, las de la vida. Partido chivo, desde que te fuiste estamos con diez, y no hay reemplazante para vos en el banco. Arriba será distinto supongo, con vos alcanza y sobra. Un grito, una seña, una barrida o tirarla afuera, da igual... Nosotros seguiremos este partido lo más que podamos, dejaremos todo,  tu memoria lo merece...

Viene para abrazarme  con tanta fuerza, que quiere ahogar el grito que tengo atravesado en la memoria. Viene nadie la paró en la puerta, la dejaron pasar como si fuera dueño del lugar. Toda la historia gira en torno a algo que baila en la cabeza, viene a reírse  para después desaparecer en el aire. Como la borrachera que sin piedad marca el rumbo de la tarde como el recuerdo que despertó los sentidos una mañana de septiembre.