El ocaso del rey...
Aquí pues lejos de tener mis facultades mentales; más lejos todavía de poder distinguir al amigo del enemigo, en este lugar abandono las armas. Renuncio a la lucha , me despojo de mis vestiduras para que la batalla final se lleve mi cuerpo. Las venas presionan para escapar de la piel, los ojos se vuelven vidriosos, allá vienen los que una vez amé, su boca pide sangre para saciar al río interno. Todo lo que juré ser, se convirtió en polvo para morir en las manos del viento. Viví mirando el cielo, cuando las estrellas estaban a mi lado. Me venció el poder, lo dejé que atara mis manos, el ideal supremo murió en la copa de oro en las que cabían todas las lágrimas. Ahí vienen huelo su sed de venganza, Los condené.... Estoy realmente solo empiezo a sentir como me abraza la muerte y como vienen a mí el recuerdo de todas las personas que olvidé. La última foto de mi vida, veo al hombre ser devora