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Mostrando entradas de diciembre, 2014

Jugando a descorazonar horizontes

Jugando a descorazonar horizontes piel gastada, sueños blandos aquí no hay labios para morir. Deja venir al pasado la arena tiene un par de pisadas, algo dirán: si así empieza el olvido nadie se atreve a imaginar como terminará. Has visto como la luz dibuja tu cara en el techo? Ella sigue en su mundo, mientras el alma le huye al descanso. La cien muere al alba mientras la ciudad sigue masticando pesares, ya no quedan bares para ahogar misterios los sin sabores se llevan las estrellas, cada vez es mas difícil resistir.

No hay domingos...

No hay domingos, ni lágrimas los dones los has perdido, fue por andar dormido en vez de tener los ojos bien abiertos. Extrañas el silencio en el medio del griterío, quieres que vuelva el amor por que nunca lo has conocido. Lloras? Te arrodillas demasiado; agachas la cabeza en busca de un perdón que encuentras caminando. No olvides, pero tampoco te lamentes el pasado viene de vez en cuando para hacerle daño al presente. Recuerda: Hay muy pocas cosas que duran para siempre depende de vos y de nada mas conquistar desiertos para plantar allí la flor mas hermosa.

Acordes de una tarde de verano, otro intento de canción. (?)

(Intro) Como un acorde que está por venir, una inocencia de nunca acabar un par de flores que siguen aquí un juego que nunca debió empezar. Y la belleza explota ante mí toca mi cara, me hace soñar es sincera la verdad,  es hermoso sentir que estás aquí. (solo) Ahora mismo abrazo mi cruz entiendo todo y nada a la vez, es una voz que nada pide, fue un beso que me llevó al amor  y tal vez, la ausencia un día tuvo que partir, el miedo un día se cansó de luchar ahora mismo hay una estrella que nunca se cansa de brillar.... Y la belleza explota ante mí toca mi cara, me hace soñar es la razón de la utopía es una sonrisa que se atreve a brillar por mí..(Bis)

Intento de canción(?)

Nada queda mal todo queda bien, el tiempo es veloz cuando quiere enloquecer. Envuelta en un papel silueta en do menor, brava es la ausencia cuando llama el corazón. Y si la ves cantando, hasta el último rincón buscando caminos encontra tu redención.(Bis)  Esencia vence a pecado, presente-futuro sin piel no necesito caminos con las alas puedo renacer Es que estoy perdiendo el tiempo con la voz del exterior no necesito palabras la música está en mi interior. Y si la ves cantando, hasta el último rincón buscando caminos encontra tu redención.(Bis)

Esquivar...

Lleva la tormenta a otro lado este diciembre se  irá como debe, deja tu llanto para una tarde ciega a mi alma le sobran besos para seguir hasta el amanecer. No me va comprar ni aunque pudiera tomar la luna con sus manos, soy el árbol que muere de pie; hay un vacío entre los dos que solo puede llenar el silencio. No bosteces contra las agujas del reloj la primavera murió para mis ojos, deja de aturdir mis sentidos tu perfume le hace mal a la utopía. Tus fantasmas son mis ganas de seguir, no traigas  miedos a mi camino tengo demasiada sombra para esquivar tanto amanecer.  

Feliz Navidad.

Corre para escapar del espanto, huye de las luces, su voz se mezcla con la melancolía mientras algunos ríen, el llora de verdad. Ni las moscas hicieron nido en su herida, las monedas no rodarán en la lata oxidada son los innombrables,  los que no tienen nada es el punto que el sistema quiere borrar. Soñaron con un beso que nunca llegó, la caricia podría calmar la angustia pero murió en el asfalto. El mundo vomita su utopía en cada esquina. No sonarán las copas, por lástima, alguno le dará una golosina, mientras un pibe esté en la calle cierra la boca antes de decir: FELIZ NAVIDAD.

No lo puedes encontrar.

Temerosos de las palabras, escudos endebles al clamor espadas ensangrentadas no sirve luchar cuerpo a cuerpo, ahora, la ignorancia se hace carne en todos. Lo que digo vale,  lo que vos decís decís nunca sirvió, ahora todos tienen algo para decir, ahora,  que nadie sabe lo que dice. Barreras concebidas para romperse hoy juntan ganado, cada sueño esta apretado por otro en vez de volar por los aires. Gira por tu cabeza la desesperación te das vuelta,  detrás no hay nadie no están los que te dijeron que iban a estar tampoco está tu pasado, cuando fue que empezamos a tenerle miedo a la poesía?

Como arena en nuestras manos.

No quedan paisajes que pintar ni amaneceres que esperar al borde de la ventana; no hay buenos, todos son malos, aunque se disfrazan de piedad los domingos a las siete de la tarde. No va a venir, la lluvia ya pasó por aquí, ahogó frases en la punta de la lengua se llevó lo que nunca quiso venir. Y qué mas da,  las canciones no hablan de vos, tampoco dicen nada de mí, la felicidad abre la puerta para irse a la calle con la gente a sonreír. Sin misterios la noche bosteza su primer desencanto, sin pasión el corazón late al compás de los sueños, queriendo simular que estamos vivos a medida que la utopía corre como arena en nuestras manos.

Ven a disfrutar...

Ven a disfrutar,  comeremos las migajas olvidadas del camino, seremos felices no necesitamos de nadie para encender el sol. Multiplican sus mentiras, nosotros seguiremos tomados de la mano, déjalos que sigan mirando al cielo para encontrarle una respuesta al amor. Cada uno que dibuje su montaña, juntos dibujaremos un corazón  y latirá por los dos, sus lenguas filosas no podrán con tu voz. Cuando llegue la noche tu le abrirás la puerta a la luna; mi mueca preguntará para sí  quién dejó escapar lo perfecto para curar mi dolor.

El mundo no puede vivir...

El mundo no puede vivir sin enemigos, sino existe lo inventa pero primero,  genera un estado de bienestar para que las victimas  estén contentas con la barbarie. Luego, sin que nos demos cuenta lo bueno es malo, lo malo es bueno para los supuestos justos, la grandeza se televisa la palabra es el centro, la acción pasa a ser un recuerdo. Los dueños de la verdad conquistan, no consultan, desparraman migas de ignorancia para que el hombre muera  suavemente, la piedad viaja  como la última hoja que el sol le arrebató al otoño. No queda nada  y ves todo al mismo tiempo, no sientes nada, y sientes algo al final... Cuándo fue la última vez que tu memoria cambió olvido por utopía?

Abismo.

Abismo. Sentencia final del silencio.  Cuentos con desenlaces siniestros, la razón dejó de tejer ahora la tarde hiere y pide permiso. Las paredes dejaron de escribir, ahora es el yo  gritando desde el subsuelo es todo lo que no debería ser, poco a poco todo lo que dimos por aquellos que no lo merecían vuelve de la forma menos pensada. Deja de llorar hay muchas cosas que quisieras gritarle al mundo pero ya no se puede,  perdiste tu oportunidad. Fuimos preso de un impulso que nunca dejamos escapar, fuimos la silueta del viento  nunca supimos cuidar a la rosa.

Tenele miedo...

Tenele miedo a un horizonte sin estrellas no a mi boca, hazle frente al olvido no a mis pensamientos solo quiero estar en tus brazos un minuto, para mi será eterno. La melodía es sagrada al compás de tu risa, la lluvia solo hace juego con el llanto; quiero escribir una canción que tenga un final incierto volar sin dirección, lejos de todos, cerca de nosotros dos. Si tomarás mi mano, juntos venceríamos los mil y un infiernos, si de una vez por todas te decidieras a venir aquí dejaría de ser un naufrago en este bravo mar. Confieso princesa, mis fantasmas son tus demonios vencidos,  pero tenele miedo a tu fe, la mía me hace amarte hasta el infinito.

El final de la niñez.

Sus castillos murieron al primer soplo, su mirada inocente desapareció su afán por conquistar tierras lejanas surcando horizontes, cesó. Le empezó a importar poco navegar bravos mares, ganar carreras, concretar utopías. La caricia desmedida no es frecuente, el abrazo se partió en mil postales, había que volver para ir juntándolas; el rompecabezas no dura para siempre. Nadie lo toma de la mano al menos no como antes, empezó a darse cuenta que el camino tiene piedras las heridas duelen más que ayer. La inmortalidad murió en la tristeza, todo lo que pase a partir de ahora no será como fue, era el final de toda la inocencia era el final de la niñez.

Soñar despierto.

Silencios,  vienen a herir como la espada filosa, yo no quería un domingo con recuerdos quería estar con los cinco sentidos bien atentos, por que todavía no me canso de luchar. Cerrar los párpados como se cierra un libro al terminar la historia, yo no se que hago debajo del sol a la espera de ser interrogado por una mueca pasmosa. Forjaba setiembres en mi cabeza, un viento tímido que despertara las ramas aún sin saber nada de la vida, flotaba en suspenso  después de ser tocado por la utopía. Qué importa si detrás de un final  hay un nuevo comienzo, nada vale la pena,  si uno no se atreve a soñar despierto.

Es el ahora...

Es el ahora, no el pasado el futuro vino hace tiempo no pensamos, actuamos; las palabras hieren mas de la cuenta. Quién dijo lo que dijo, nadie se hace cargo punto para la indiferencia nos golea hace rato. El beso murió,  la piel se disfraza, los bites reemplazan neuronas. Hay más o menos distancia? La belleza de carne y hueso no solo puede verse a través de la ventana. Somos el aroma a jazmín del minuto que está por venir, hay un bosque lleno de espinas, la rosa que merece el mundo no está por aquí.

Renuncio.

Renuncio al infinito, a la miseria de ser uno mismo, al encanto de las estrellas, a caminar bajo el sol sin poder esconder la sombra. Dejo todo lo que tenía planeado mi casa no será mas mi morada, andaré desnudo por que así viene al mundo. A partir de ahora renuncio a la pasión dejó mis colores para que los destiña el viento, voy a seguir una utopía con la frente alta y el pecho inflado. Dejo los domingos, los lunes, renuncio a la semana completa, a dios y al diablo ninguno de los dos vale la pena. Abandono mis pecados, mis aciertos, no necesito nada a dónde voy a ir, no quiero relojes, ni brújulas voy a morir  a tus brazos que es de donde nunca quise salir.

Una vez, un cuento.

Una vez,  un cuento fue escrito por el perdedor y el perdedor llenó el mar de utopías. Bastardeó a los dioses curtió su sombra al rayo del sol, para que el tiempo esté de rodillas ante sus pies. Se hecho a descansar el amor murmuraba en su oído sonreía tenia  esperanza en la paz para que le trajera a la luna, quería desnudarla a palabras. La luna llegó a sus pies nunca le dio importancia a las lágrimas, su devoción fue su mayor pecado nunca vio algo tan hermoso. En un suspiro perdió el tiempo la luna escapó de sus sueños, su propia sombra quería matarlo. Sin ropa, sin piel para escribir de nuevo una cicatriz, se preguntó por que perdió todo nunca encontró la respuesta. Quizás se olvidó de pensar que los sueños no descansan, a pesar de existir un arcoiris con un cofre de oro resplandeciendo mas de la cuenta al final del camino.

Me queda la memoria...

Una Soledad inquebrantable  atraviesa la garganta, ríos que  eran sagrados  hoy, son venas a las que no le quedan sangre. Tengo miedo, las nubes ya están acá preanuncian tormenta, la primera gota dolerá más después se acostumbrará la miseria. Silencio que suplantan escudos, lugares donde no cabe la palabra tengo el cuerpo herido pero intacta la memoria, pueda que duela mucho pero lo recordaré para toda la vida. Una desazón empuja la última hoja del otoño la envuelve después el viento para ocultarla en su boca, todas las miserias y una más aún así me queda la memoria. Tengo al olvido encerrado, al corazón preguntando si puede renunciar. Los pasos no llevan a ningún sendero, a la vista se le escapan los caminos nadie preguntará, ninguno tocará la puerta, no necesito voces a mi alrededor por que aunque no tenga a nadie me queda la memoria.

En las puertas del cementerio...

No quiero estar acá, me enferma el perfume de los jazmines las cruces de hierro, los mensajes que perdurarán por siempre aunque no los lean los muertos. Un recuerdo me trae hasta el misterio, tu voz se para del otro lado me invita a seguir despierto; cuántas utopías escribimos para que solo me quede a mí el silencio. En tus venas lloran los fantasmas, predican las chusmas, empiezan a llover las lágrimas no sé como vine a parar acá, no sé si estoy al principio o al final de todo. No quiero estar acá, pero una cachetada me puso la cara contra los barrotes no quiero saber que hay acá, mi impronta está en el viento...

Cuando brilla la luna...

No dejes que escondan el sol tampoco permitas que borren los versos. Escribe tu historia como quieras nadie, salvo tú  puede aprender a vivir a costa del despojo. La tarde dibuja un respiro,  asfalto con un prontuario lleno de bemoles; hay un grito sagrado vale más que mil sueños. Aprende a vivir sin estaciones la felicidad no espera a nadie, has visto como el olvido  suele cerrarle las puertas a la locura? No.  Absoluto e inmenso No. Perdemos demasiado tiempo con la cordura, lleguemos al infinito sin alas, sin piel,  pero con la memoria  presente.  Lleguemos al infinito para dormir en la sombra del sol y estar despiertos cuando brilla la luna.

El muerto...

Le cortaron las alas, aún así el muerto pudo volar, volar cada vez más alto. No le importó la soberbia ni tampoco los cachetazos del viento, abrió sus brazos se dejó llevar por sus sueños. Aún en su melancolía seguía con la sonrisa a flor de piel, el muerto le enseñaba a los vivos como diablos se debe vivir. Y sentir... Los vivos no sienten,  permutan memoria por olvido, engañan y se engañan escribiendo una historia sin huella. Quisieron asesinarlo, pero no pudieron apagar las estrellas ni cambiar de colores el cielo, el muerto estaba muerto para éste mundo por que pudo inventar uno en el que a pesar de todo podía ser feliz.

Una vez, un sueño...

Una vez, un sueño, cayó la noche después de abrir un cofre de mil maravillas. La luna descansa en su seno mientras la locura, bosteza en la sombra. Una y mil veces la noche quiso tocarla no pudo, se quedó con la respiración cortada detrás de la ventana. Sus manos forjaban el relieve era la primera vez para todo; su voz descansaba en el último acorde hablaba el amor por que habían muerto las palabras. Dormían abrazados rendidos a la interperie del misterio, las estrellas latían mas de la cuenta hasta que por fin un crepúsculo fulminante las obligó a perderse, era el sol que se moría por romper la ventana para que entrara celosa la tarde.

Guerra.

Bemoles, soledad en do bañada con matices de primavera. Uno busca más pero sabe que no encuentra, uno sueña más pero termina retorciéndose en la mezquindad de lo posible. Añorar lo imposible trae problemas pero no suelo entregarme después del suspiro. Sabes, no queda nada después del infinito, he comprendido que el final del camino no es la utopía, sino lo que uno ha transcurrido. La alegría está en el andar  no en el descanso, somos algo más que un pedazo de carne con sentimientos. Bendice la soledad acepta el fracaso,  solo es un impulso para llegar  bien alto. La nada es el punto de partida, uno muere y nace todos los días gracias al amor, ese todopoderoso que navega hacia nosotros dispuesto a la guerra.