Ella tiene la culpa.

Ella tiene toda la culpa,
se metió en mis pensamientos mas pecaminosos
para transformarlos en un virtuoso laberinto
sin salida.
Yo no le pedí nada,
la trajo el viento a la acuarela
que coloreaba con un pincel gastado,
aquel clandestino encuentro en la pendiente de la semana
terminó sin querer
en un concierto inverosímil debajo de las sábanas.
Fuí feliz, si,
pero yo no quería nada
ella tiene la culpa
enterneció mis sentidos al verla debajo de la luvia,
no sabía que le abría la puerta al amor.
Me sumé al fanatismo de lo ilógico,
dejé que las mariposas revolvieran el estómago,
sonreí mas de la cuenta
y sin querer, su sonrisa pasó a formar parte de la mía.
Antes de despedirse comencé a extrañarla,
el olor a piel joven bastante curtida,
su voz tomando cada uno de los rincones de la casa,
sus caricias que hacían olvidar cualquier cosa,
volvía empezar la guerra.
Uno a uno fueron pasando los minutos,
se transformaron en horas interminables
en días que poco a poco se marchaban de la primera vez.
Ella tiene la culpa,
el sol se escondió y no quiere salir,
la tierra gira en el sentido contrario al que debería traerte de vuelta
estas tan lejos,
el cansancio se resigna ni al cerrar los ojos te veo venir.
Qué quedará del instante cuando el futuro llegue
yo estaba bien, no pasaba nada
ella tiene la culpa
me enseño a creer que el amor cura
pero no me dio las alas para seguirla a donde quiera que haya ido.




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