Ninguna parte.
En los escalones del alma
no existen parnasos
para un corazón gris,
las moscas dan demasiadas vueltas.
Un pétalo para el mundo
y el mundo deja una esquirla
en la puerta del presente.
Las nubes son monedas del infinito.
Ríos que sueñan con ser mares,
pero son solo gotas.
Ángeles agotados,
dispuestos a herir por unas monedas.
Hay cruces de terciopelo en el camino,
una cuenta sin pagar del olvido.
Cuánta maldad hay en este guión
los cristales rotos se unen para mostrar un camino que no va a ninguna parte.
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