Sin título.
Al fin de la tormenta
sabrás,
por que la lágrima
antecede a la sonrisa.
Espinas,
envejecidas armas,
aliados taciturnos
fantasmas extenuados de mostrar la boca.
Saltar
estrella por estrella,
sin dejar vestigios;
la tinta no tiene otra manera.
Reí sin piedad,
pasado pisado por utopías.
Esto soy, me presento:
a veces cierro los ojos para poder vivir.
Comentarios