Suaves caricias...
Suaves caricias,la tarde
mece su mano mas torpe
debajo de la falda.
Un fulminante roce
para que la piel despierte
el éxtasis mas preciado;
que el atardecer haga el resto,
hay dos paraísos
dispuestos a fundirse en uno solo.
Al borde del precipicio
quedó la hoja afilada,
las cadenas con las que el infierno
azotaba la fe.
Dios sonreía a lo lejos
aunque por dentro
gritaba pidiendo piedad;
la sinfonía no venía del aire
eran sus besos
los que despertaban al viento.
Suaves caricias,
sus miradas bebían la paz
de las estrellas
que espiaban por la ventana,
vencían sin saberlo
la paciencia de un mar
vestido de negro
que deseaba tener sus alas...
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