Sabios...

Saben mucho,
muchísimo.
Predica abundante
como la lluvia que no se irá.
Sus versos penetran
la capa mas dura de la conciencia
vinieron para quedarse
por que nadie 
les dijo que se vayan.
Son buenos
buenísimos a primera vista,
cada vez que se acercan 
asustan,
con su manera de ser
su mirada despectiva hacia la gente.
Los sabios,
dueños de una barbarie increíble
propietarios de los sueños
gobernadores de las opiniones
caciques de las utopías.
Nunca se embarraron,
nunca una cicatriz en la mano
nunca una lágrima
por el más desposeído.
Saben mucho,
muchísimo.
Sabios,
los encuentras siempre
en la esquina donde la memoria
es vapuleada por el presente,
apuñalada por el pasado
y ahogada por el futuro...






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